La Biblia nos comunica la impactante historia sobre como Dios creó al mundo y a las primeras personas. Muy contento, Adán relata como Dios le puso en el Jardín del Edén, y le vemos nombrar a los animales. Luego Dios crea una hermosa compañera para Adán, tal como él.

El mundo ha cambiado radicalmente después del Jardín del Edén. Adán y Eva le cuentan a su hijito Set como cedieron ante la tentación de Satanás. Su desobediencia a Dios resulta en mucho dolor y sufrimiento. Sin embargo, la misericordia de Dios nunca termina.

EP 3 Noé y el diluvio (Quechua, Wanca)
Al ver la maldad de las personas, Dios decide destruir al mundo y le hace saber su plan al único hombre justo en la tierra. A pesar de las burlas, Noé y su familia construyen un arca para salvarse ellos y los animales. Juntos

Dios se presenta a un anciano adorador de dioses falsos con una asombrosa promesa… bendecir a todas las naciones a través de él. Abraham y su estéril esposa Sara, quien ni siquiera le cree a Dios, enfrentan pruebas fuertes. Pero aprenden a confiar en el Dios todopoderoso.

Odiado por sus hermanos hasta el punto de la muerte, el joven José es llevado como esclavo a la lejana tierra de Egipto. José afronta múltiples tentaciones e injusticias, pero Dios le usa de una forma maravillosa para cumplir su propósito con su pueblo.

Dios libera a su pueblo (Wanca Limay)
Los Israelitas sufren esclavizados por los egipcios. Dios contesta el clamor de su pueblo y levanta un libertador. Con la ayuda de Dios, Moisés confronta al Faraón y a sus ídolos. Todos llegan a conocer el poder del Dios de Abraham, Isaac y Jacob.

Los niños Adina y Jotán tienen miedo de los gigantes en la tierra prometida. Su abuelo Caleb decide contarles las maravillas que Dios hizo en el desierto. Cuando su líder Josué los guía para cruzar milagrosamente el río Jordán, la promesa y fidelidad de Dios cobran vida para ellos.

Josué prepara a su ejército para conquistar la fortificada ciudad de Jericó, pero sus espías encuentran en esa ciudad a una mujer de fe asombrosa. Milagrosamente, Dios entrega Jericó a los israelitas y todos llegan a apreciar profundamente lo que significa ser el pueblo de Dios.